Informalidad puede ayudar a “mover” la economía
ANÁLISIS. Miles de
trabajadores perdieron sus empleos, intentan suplir cubrir sus necesidades
básicas siendo comerciantes ambulantes. Para especialistas esta actividad no
debe satanizarse.
Edwin es un padre de tres hijos. Con
la llegada de la pandemia cerró su restaurante en Cusco.
En junio reabrió su negocio sin permiso. Edwin sabe que
trabaja en la informalidad, pero no tiene otra opción. Juan Quispe perdió su
trabajo y ahora es ambulante. A diario ofrece equipos de protección personal y
agua mineral en los semáforos de las calles del distrito de Wanchaq. La población
que perdió su empleo o su negocio dio un giro y optó
por el comercio ambulatorio. Venden comida, frutas, verduras,
libros, postres, bebidas gaseosas, helados, entre otros productos.
La tasa de informalidad en el sector
rural del Cusco,
según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI),
alcanza el 95.6% y en toda la región asciende a 81.6%. Esas cifras aumentaron
por la coyuntura, explica el economista Pablo Villa.
En la década de los noventa, los
informales ayudaron a recomponer la economía, golpeada por el
terrorismo y el primer gobierno aprista. La crisis desatada por el coronavirus podría
repetir el fenómeno. “Este grupo es el que ha reaccionado más rápido y está
moviendo el dinero. Es lo que se necesita ahora. No hay que verlos
como enemigos sino como aliados”, explica Guido Bayro, el ex funcionario de
Fonafe.
El economista Pablo
Villa Incanttito precisa que la economía informal tiene dos dimensiones
distintas y a la vez complementarias: el sector informal que se refiere a las
unidades productivas no constituidas en sociedad que no se encuentran
registradas en la administración tributaria y el empleo informal hace
referencia a aquellos empleos que no gozan de beneficios como seguridad social,
gratificaciones, vacaciones, etc.
Villa señala que el sector informal
contribuye a la reactivación de la economía. “Al sector informal no
se debe considerar como un enemigo al cual reprimir, se debe otorgar
facilidades y ordenar sus actividades”, plantea Villa.
El gerente de la Municipalidad
Provincial del Cusco,
Juan Carlos Galdós, coincide con Villa. La comuna piensa concentrar a la
mayoría en mercados u otros lugares públicos. “El asunto no está en restringir.
Se habilitará las canchas deportivas en Parque España, San Blas, Magisterio,
Los Incas y otros”, precisó Galdós.
La comuna no
alentará el comercio ambulatorio ni la informalidad. “Ya alista algunos
mecanismos e incentivos para que en el camino este grupo de ciudadanos pase a
la formalidad”.
No
habrá capacidad económica para comprar
Es indudable que el incremento
del desempleo y subempleo hizo perder
capacidad adquisitiva a las familias. Eso implica que no habrá
dinero para comprar la oferta de los comercios formales e
informales. Además, existe el riesgo de una deflación, reducción de precios por
falta de demanda.
Hay muchas empresas que
no podrán reactivarse y generar ingresos para pagar a sus trabajadores y
eso tendrá un efecto en el mercado, en la oferta y demanda con menos compradores.
Por eso, el Gobierno
Regional del Cusco pondrá en marcha el plan de reactivación
económica con una inversión de más de S/ 5 000 millones para reducir
las tasas de desempleo (estimada en 28% para este 2020) para
que en dos años volvamos a los niveles registrados antes de la pandemia.
Fuente: LaRepública.
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